El Conjunto Vacío

Por: Daniel Manriquez

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Hoy por hoy toparse con una banda integrada por cinco personas no es común. Tampoco descubrir que se trata de cinco personalidades diferentes amarradas por las puras ganas de tocar y pasarlo bien arriba de un escenario. Conversamos y compartimos unas cervezas con cinco locos que, con más patudez que experiencia,  han sabido lanzarse a tocar en vivo, demostrando que su “mueve mueve” es sólo el comienzo…

¿Por qué Conjunto Vacío?

Juan Andrés: Es un poema de Nicanor Parra. Hay unos chistes para desorientar a la policía/poesía, que son unas postales que yo tenía cuando chico en mi casa. En una salen propuestas de nombres para conjuntos musicales, una era Conjunto Vació. Después, dándole vuelta, sentimos que el nombre representaba parte de nuestras intensiones musicales, no queríamos hacer música virtuosa, llena de elementos.

Juan Pablo: Esa fue la primera definición que hicimos, antes de partir, que no íbamos a hacer nada estrambótico.

¿Cómo nace el grupo?

JA: Cuando chicos, éramos compañeros de colegio con Juan Pablo. Pero yo me cambié. Después nos veíamos cada cierto tiempo. Más adelante, empecé a tocar con otro grupo que se llamaba La Chupilca del Diablo, que era más de experimentación psicodélica y folclórica. Yo sabia que Juan Pablo estaba tocando bajo, y como yo tenía canciones de Rock que no eran pa’ La Chupilca, un día por Messenger le propuse que nos juntáramos. Después hablamos con otro amigo (Álvaro Zulueta) que tocaba batería, y nos juntamos.

JP: Estuvimos tocando como trío un poco menos de un año, de ahí grabamos un video (Ritmo Paralelo), y al que nos dirigió (Diego García-Huidobro) le pedimos que se uniera como guitarrista.

Entonces, ustedes se forman como trío y se lanzan a tocar en vivo…

JP: Sí, nos tiramos al tiro. Fue bien care’ raja.

JA: La primera tocata que tuvimos fue pal’ lanzamiento de un grupo que se llama Cuchufleta Punk. Ellos nos invitaron a tocar, pero nosotros no llevábamos nada. Fue más o menos jugosa esa tocata.

¿Cuántas canciones tenían en ese entonces?

JP: Teníamos como cuatro canciones mal ensayadas.

¿En ese momento, ya existía la intención de hacer un disco?

JP: No, cuando partimos nunca tuvimos claro que iba a ser una cosa seria. Pero tampoco pensábamos que iba a ser un despelote. Partimos tocando y tocando, y cuando se nos dio la oportunidad de hacer el video grabamos el primer tema con Diego, y después le pedimos que nos grabara unas maquetas más, que iba a ser como un demo, pero al final se convirtió en el disco (Furia Catete).

¿Por qué Furia Catete?

JA: Furia Catete casi fue el nombre del grupo. Estábamos entre El Conjunto Vació y Furia Catete. Igual encontramos que el nombre del disco mantiene lo chileno, por las palabras coloquiales. Además incita a algo vivo…

JP: A movimiento. Aparte, suena divertido. La palabra en sí, tiene musicalidad.

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¿En cuanto a estilos musicales, como partieron definiendo la música que hacían?

JP: Entramos diciendo: “queremos hacer rock”. Partimos como power trío, siempre poniendo al rock por delante. Nunca tocamos una canción ajena, los primeros ensayos fueron al tiro de nuestros temas.

JA: En vez de probar como sonábamos tocando canciones de otros grupos, partimos desde un comienzo tratando de sacar las nuestras, y cachar ahí si funcionaba.

En su My Space ustedes se auto-clasifican como Rock, Latin y Rockabilly. ¿Sienten que el salvajismo propio del Rockabilly está bien desplegado en su disco?

Diego: Yo creo que el disco es súper poco conceptualizable, porque fueron las primeras nueve canciones del grupo. La banda puede ser media Rockabilly, pero el disco no.

Felipe: Es súper heavy la diferencia de ir a ver a una banda en vivo y tratar de plasmar eso en un disco. De alguna forma, cuando grabai, no sé, el baterista trata de hacer bien los tiempos, te preocupai más de las partes que van fijas. Entonces, no te podi ir tanto en volá, que los solos cambien, que las improvisaciones sean distintas. Un disco de estudio siempre es más contenido.

¿Cómo fue el proceso de la grabación del disco?

JP: Fue entre azaroso y medio al vuelo…

JA: Ese disco son canciones que yo traje, pero no todas, algunas las trajo Juan Pablo, y de ahí entre todos las arreglamos.

JP: Este disco refleja casi los cinco o seis primeros meses del grupo. Son canciones que salieron de esa época. De los primeros 6 meses hasta ahora, hemos tenido una evolución gigante, y yo encuentro la raja que este disco refleje eso. Por eso es súper crudo y suena medio cochino, medio casero. Y la raja que refleje esos meses de esfuerzo, de aprender, de equivocarse. De las primeras tocatas hasta ahora hemos tenido un crecimiento que, yo por lo menos creo, es la caga’. También tiene que ver con que llego Felipe, Diego, y ahora Pascual, que ha sido el último que llegó este año, reemplazando al antiguo baterista que se fue a España.

F: En mi experiencia, cuando tocó grabar el disco, se notaba que eran canciones que empezaron como power trío, y se fueron arreglando hasta transformarse en canciones súper ricas, con muchos más matices.

JA: Lo otro que fue súper bacán fue el lanzamiento del disco, que lo hicimos en el Galpón 9. Fue completamente autogestión. Llegaron como ochocientas personas. Hicimos invitaciones y un flyer. Y ese día, en vez de estar tomando champaña como rockeros, estuvimos picando zanahorias, hicimos pebres, compramos en La Vega verduras, hicimos un aperitivo…

JP: 5 minutos antes estábamos ordenando las servilletas.

F: Había pan con pebre.

JP: El lanzamiento ha sido el mayor logro de autogestión que hemos tenido.

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¿Han tenido algún apoyo, en términos musicales, de otros grupos o artistas que, quizá, estén mejor posicionados?

JA: El disco lo grabamos y los mezclamos nosotros. Pero Vicente Sanfuentes, de Original Hámster, nos consiguió masterizarlo con Chalo G, que es bien pro.

F: Ha masterizado a Los Prisioneros y a hartas bandas conocidas.

JA: Y el otro apoyo que tuvimos fue por la Cuchufleta Punk, que tienen un estudio de grabación.

¿Qué tal fue la recepción del público objetivo, del público que no va por la buena onda, sino no por la música?

JP: Fue lenta igual. Nos ha costado desmarcarnos de ser un grupo “buena onda”, para convertirnos en un grupo que apunte hacia algo más serio. Todos tenemos nuestras otras actividades, cachai. Y la gente quizás percibe eso. Ha sido difícil salir del circulo de tocar solamente pal’ grupo de amigos y empezar a enfrentar a un público objetivo.

¿Y cómo se les abrieron los lugares para empezar a tocar?

JA: Igual mucha autogestión. También, como yo tocaba en La Chupilca, tenía nexos con otros grupos. La Chupilca se dividió en Cuchufleta Punk y El Conjunto Vació, igual seguimos con buena onda y formamos una especie de cooperativa musical que se llama Chancaca. De esa red de bandas, siempre salía alguien que conocía algún local.

F: Hay caleta de locales chicos que te puedes conseguir, pero si ya tienes una banda con cinco integrantes, más la batería y todo, estai obligado a conseguirte locales más grandes. El problema es que los locales más grandes tienen, generalmente, el calendario hecho con miles de bandas, y te hacen un trato que es muy poco favorable. Ponte tu, tienen que entrar 100 personas pa’ que te paguen lo que corresponde. Si entran menos, tocai gratis.

¿De que manera sienten que su música contribuye a la identidad nacional?

JA: Por el hecho de ser Rock Chileno. Toda la simbología que lo rodea es chilena. A lo mejor es una capa superficial…

Claro, porque si no fuese en español, a lo mejor podríamos estar hablando de canciones que pueden ser hechas en cualquier lugar del mundo. No existen códigos de lugares, barrios, olor chileno…

JP: Sí, pero eso es reflejo de la idiosincrasia de nosotros. Por lo menos yo encuentro que este disco es súper sincero, súper honesto. No hay grandes adornos, no es pretensioso. Y nosotros nacimos con el rock, no se lo robamos a nadie…

F: Chile es un país americanizado a piso (USA). Escuchamos música en ingles desde chicos. A lo mejor, si hubiésemos escuchado música mapuche probablemente estaríamos haciendo otra cosa.

JP: El rock es tan nuestro como es de los gringos o de los ingleses. Yo creo que el rock ya es parte de nuestra cultura, es una cuestión universal.

Entonces, estamos hablando de que ustedes hacen un rock globalizado…

JP: Es que somos personas globalizadas.

D: Pa’ que la wea sea chilena, no significa que tiene que ser una cueca. El rock es chileno también.

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Y las temáticas sociales, ¿tienen cabida en su música?

JA: Igual el disco no es tan representativo de eso. Hay una sola canción que tiene un contenido más social, que es “La Marca”

JP: En verdad nosotros estamos pasándola bien, y queremos contribuir a eso. Yo creo que, en general, hay una atmósfera de mala onda, como que hay un sentimiento de que todo se está yendo pa’bajo. La idea es aprovechar el talento y las ganas pa’ empezar a moverse, no quedarse echado en la casa alegándole a la tele, o quedarse enchuchado en un paradero porque no pasó la micro, sino que empezar a hacer algo al respecto, aunque sea tan mínimo como bailar o cantar una canción.

F: Yo creo que la música de nosotros hace que la gente, socialmente, se alegre. No es una música depresiva ni pegada. Igual hay algunas canciones que son así, como “Paranoia”, pero la prima son canciones movidas, pa’ entretener y alegrar. Además, la puesta en escena que nosotros ponemos, es movida, buena onda, pa weviar. Y todo eso viene de muchos meses de ensayo, de esfuerzo pal’ pico, pa’ que al minuto de tocar los temas salgan sólidos, power.

JP: No sé si siempre hemos sido conscientes de lo que queremos transmitir. Que la gente lo tome como lo quiera tomar, cachai.

Es decir, ustedes parten haciendo música por una necesidad de pasarlo bien…

JP: No se si pasarlo bien de por sí. Yo creo que es una cuestión de movimiento, no más.

JA: Yo creo que si tu ya estai cantando al frente de un grupo de gente, eso igual te da un poder de comunicación, que es importante canalizarlo de una forma que sea un aporte. En ese sentido, hay algunas canciones que intentan transmitir algo, mucho más allá de pasarlo bien.

¿Y a ustedes que les pasa con temas como la política, o la religión? Porque no los mencionan en su disco. ¿Es mejor no hablar, o no han sabido insertarlos en su contenido?

JP: Sí nos interesan esos temas, y los discutimos. No sé si todos los días, pero igual comentamos cosas. Quizás todavía no se ven reflejadas en la música, pero yo creo que de a poco van a ir apareciendo esos temas.

¿En que medida les ha afectado el elitismo y el sectarismo que, muchas veces existe en este país en ámbitos como la música o el arte?

JP: No ha sido evidente. No hemos recibido ninguna mala onda de nadie. Pero sí se percibe que hay círculos cerrados. Algo Records, por ejemplo, que no entra nadie. Está Quemasucabeza con Gepe y Javiera Mena. También la onda Súper 45, que te tenís que vestir la raja pa estar ahí.

F: Igual tenemos una “mini secta” independiente con Cuchufleta Punk, Feroz Bouquet, La Chingana. Podríamos decir que trabajamos como Algo Records, pero en otro nivel, ellos están mucho más avanzados.

¿Y hasta donde quieren llegar?

JA: Hay ambiciones, pero pa’ mantenernos en lo que estamos haciendo. Por ejemplo, queremos acceder a la radio y que muestren los videos en canales de televisión, pero ha sido súper difícil. Cuando grabamos el video de Ritmo Paralelo estuvimos en el estacionamiento afuera del Vía X, mucho rato esperando a que saliera alguien. Salió el Franzani y nos dijo que teníamos que hablar con otra persona. Salía esa otra persona, y así se iba pateando, al final logramos pasarle el DVD a alguien que se llamaba Mauricio Riveros, que es de Truman…

JP: Que es un chanta. Ese care’ raja es como el director de programación de video clips de Via X…

D: El weon vio el video, lo llamamos y lo encontró simpático…

JP: La wea es que, el año pasado, tu veías Vía X, por ejemplo, Cabra Chica Gritona y estaban entrevistando a Truman, después ponían Video Destacado de la Semana y salía Truman, cachai. Después, no sé, grandes videos de la historia, y aparecía de nuevo el video de Truman. Y el video, sinceramente, era como el pico. Comparado con un montón de otros videos de bandas que nosotros cachamos, como Guiso o Camión, que tienen videos y canciones la raja.

Volviendo a los de las proyecciones…

F: La proyección más importante de ahora es estar haciendo nuevos temas y ensayarlos bien. En este último mes han salido como tres canciones nuevas, que las trabajamos a mango. Y más que pensar si algún día vamos a saltar a la fama, o algo así, lo importante es tener temas buenos, buen material y seguir así. Lo otro vendrá por añadidura. Igual nosotros no estamos ni ahí con empezar a tocar la puerta a los sellos. Como estamos empezando, el trato que nos pueden ofrecer va a ser una wea que no nos va a convenir. Ahora lo más importante es tener canciones buenas y, sobretodo, sorprender con temas nuevos a la gente que nos va a ver.

D: Ahora estamos muy en eso, por ensayo sale un tema nuevo.

JA: También estamos tratando de hacer la difusión del disco, que nunca hicimos después de lanzarlo. En You Tube hay varios videos de nosotros.

F: Pa’ cachar las tocatas hay que meterse al Fotolog, ahí siempre las publicamos. Ahora, cuando tenemos una tocata, la enfrentamos con otra mentalidad, haciendo un repertorio que sea más fluido…

D: Además, el público siempre se va repitiendo, entonces, no podemos tocar la misma wea.

¿Ya están pensando en el segundo disco?

JP: Sí, estamos esperando a que decanten las canciones.

JA: Y, también, a ganar un poco de plata, porque las actuaciones este semestre han estado…

JP: Hemos gastado y no nos ha llegado ni uno de vuelta.

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Video de «Ritmo fatal» (en vivo)


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